El Gobierno de Javier Milei confirmó este miércoles la "visita" a la Argentina de un portaaviones estadounidense, luego de 13 años sin contactos de esa índole.
El USS George Washington arribará a territorio argentino en mayo próximo, en el marco de las "excelentes relaciones" entre ambos países, declaró en rueda de prensa el vocero de la Presidencia, Manuel Adorni.
El portavoz dio la información poco antes de la reunión que mantuvieron este 3 de abril la jefa del Comando Sur de EE.UU., la general Laura Richardson, de visita en Buenos Aires, el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, el ministro de Defensa, Luis Petri, y el jefe del Estado Mayor conjunto de Argentina, brigadier Xavier Isaac.
La nave, de propulsión nuclear, transitará por aguas argentinas como un gesto más de acercamiento de la administración del libertario Milei hacia el presidente estadounidense, Joe Biden, quien ha expresado preocupación por la influencia de China en la región. La última vez que un portaaviones de EE.UU. estuvo en el país austral fue en 2010, cuando llegó el USS Carl Vinson.
Hasta ahora el Gobierno de Milei no ha brindado detalles sobre la agenda del portaaviones George Washington en Argentina. Legalmente, para que se pueda realizar un ejercicio militar conjunto con un país extranjero, o para que un barco de guerra amarre dentro del territorio argentino, es necesaria la aprobación del Congreso.
Ante la proximidad del evento y la falta de mayoría del oficialismo en ambas cámaras del Parlamento, la alternativa para obviar ese requisito es que el portaaviones navegue a una velocidad que respete las normas de la soberanía argentina sobre su mar territorial.
"Modernización militar"
En un posteo de redes sociales, el Ministerio de Defensa informó también sobre el "momento histórico" que significa la "transferencia de un Hércules C-130H" norteamericano a la Fuerza Aérea argentina, como "símbolo de la sólida cooperación bilateral". La aeronave está valuada en aproximadamente 30 millones de dólares.
Por su parte, la Embajada estadounidense informó oficialmente que la reunión sirvió para conversar sobre "cómo continuar fortaleciendo la larga asociación" entre ambos países en materia de defensa y coordinar "operaciones internacionales de mantenimiento de paz y asistencia en casos de desastre", así como para "contribuir a los objetivos de modernización militar de Argentina".
Según destacó la sede diplomática en Buenos Aires, los fondos de defensa de EE.UU. para la cooperación en materia de seguridad con Argentina superan los 625 millones de dólares este año fiscal.
En su tercera visita al país suramericano, Richardson llegó el martes por la noche y permanecerá tres días, con una agenda concentrada en cooperación de defensa y seguridad.
"No sé qué hacen"
La Casa Blanca busca profundizar los "firmes y arraigados" vínculos entre las fuerzas armadas de ambos países, en medio de los dardos que ha lanzado Washington contra la cooperación de Buenos Aires con China.
Precisamente, la llegada de Richardson coincide con la elevación de las tensiones diplomáticas entre Washington y Pekín, luego de las especulaciones –sin prueba alguna– que hizo el embajador estadounidense en Buenos Aires, Marc Stanley, en una entrevista publicada el domingo.
Consultado por el diario La Nación, Stanley expresó su preocupación por la instalación de una estación espacial china en la provincia de Neuquén, que se puso en funcionamiento en 2018.
"Me sorprende que la Argentina permita que Fuerzas Armadas chinas operen en Neuquén", dijo el representante diplomático. Y añadió: "No sé lo que hacen, creo que los argentinos tampoco lo saben, y deberían entender por qué los chinos están desplegados allí".
Ante las declaraciones de Stanley, la Embajada china en Argentina aclaró que la Estación de Espacio Lejano, situada en la localidad Bajada del Agrio, no tiene fines militares, sino que es una instalación de cooperación tecnológica espacial entre ambos países, donde se realizan actividades de "investigación científica".
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